temp3

temp3

jueves, 31 de diciembre de 2015

El invierno se acerca


Si me hubieran preguntado en el 2014 cómo pensaba que terminaría mi 2015, no le hubiera atinado ni a lo más mínimo. Este año he tenido algunas de las experiencias más extremas de mi vida, desde las más felices hasta las más difíciles; y curiosamente ha sido el año en el que menos he escrito, una falta grabe ante todas las cositas que me han pasado. Parece que la vida sigue siendo una especie de montaña rusa para mí, y en parte lo agradezco.

En Lima supongo empezará a hacer cada vez más calor, la gente se irá despojando de sus prendas y se podrán apreciar los cuerpos esculturales de estos chicos a los que les gusta hacer barras sin polo frente al parque cerca de mi casa... ñom ñom ñom. ¡Sin embargo!, yo tengo que hacer sacrificios enormes como el no poder verlos ¿Por qué? No es que para estudiar tenga que dejar de mirarlos, ni que me distrajera tanto pensar en sus bíceps, y en sus abdominales y en lo fuerte que se ponen sus piernas cuando se les... No, no y no!, no es eso, sino que para continuar en esta interminable carrera de convertirme un científico debo aportar más horas al trabajo de investigación, llevar cursos, proponer proyectos y capacitarme en laboratorios de altísimo nivel. No hay de otra, me debo sacar el ancho.

Todo gran logro lleva detrás de sí un increíble esfuerzo. Yo me he propuesto a hacer uno. La energía del verano peruano traspasará fronteras y me dará fuerzas para este invierno que se avecina. Ojo, no es que piense que me sucederán cosas malas, solo que aquí en Nashville está empezando el invierno, y es este invierno el que me acompañará los tres meses que durará mi rotación en un laboratorio del centro médico de la universidad de Vanderbilt aquí en Estados Unidos. Ya estoy aquí, y hoy es el primer día de una nueva gran aventura que espero seguir compartiendo con ustedes. 

Ya saben, el invierno se acerca... pero mis sueños también.


lunes, 7 de diciembre de 2015

Ni pies ni cabeza

Y me quedo pensando... ¿cuál era esta palabra?

cavernícola... cavernario... el que come a otras personas...

Me excuso en que tengo que ir al baño para seguir pensando en esa palabra. Me pregunto si será el mismo motivo por el cual se me perdió mi usb la semana pasada o por el cual salí hasta la universidad y recién cuando llegué me di cuenta que no había llevado mi billetera. "Eso pasa por estar ocupado en varias cosas y tener la mente saturada... a mí me pasó pero una vez en todo el año" me dice un señor y yo creo que ya perdí hasta la cuenta. Sería absurdo pensar en un proceso de deterioro cognitivo temprano justo en el momento en el que estoy metido en tantos proyectos, terminando la universidad y con una posible futura pasantía en el extranjero, aunque pensándolo bien, las excepciones son mi fuerte. Un temor recorre mi piel, mi abuelito comenzó a los 80, mi papá antes de los 70 y algunas enfermedades neurodegenerativas se transmiten de manera preferencial en varones con un inicio cada vez más temprano. Yo acompañé a mi papá a su test de despistaje de deterioro cognitivo y a pesar de hacerlo en mi interior no estoy seguro de haber obtenido un puntaje adecuado para mi edad. Capaz es sólo estrés, capaz es lo normal y no tengo nada o capaz sí tengo algo en el cerebro que me está haciendo olvidar las cosas simples.. no lo sé... Caníbal! la palabra es caníbal!

Tengo que hacer mi tarea pero antes me pongo a ver videos en youtube. Entrevistas de programas que me gustan, cosas que me hacen reír y me estupidizo frente a la pantalla por casi 2 horas, cuando me doy cuenta ya estoy muriendo de sueño y termino durmiendo 4 horas para poder levantarme temprano a hacer mis deberes, es horrible cuando hago eso porque no me despierto de buen humor y parezco un zombie en las tardes. "Hubiera aprovechado en escribir algo para el blog" pienso, pero no considero que haya pasado algo excepcional durante el día que merezca ser contado. En la universidad sí avanzo, siento la presión y me acuerdo que estoy en una competencia constante donde tales descuidos puedan hacer la diferencia de quién gana una beca para el postgrado y quién no.

Imprimo unas separatas y me quedo leyendo en la banca afuera de mi facultad. De repente llega Richard, un chico que me gusta desde hace años. No se lo digo pero trato de demostrárselo con la forma en que le hablo, con la forma en que lo miro. Él sabe que soy gay y me considera su amigo. Plop. Lo que no sabe es que son tres veces las que he soñado con él, y han sido sueños espectaculares donde nos besamos sin importar el lugar ni las circunstancias, solo somos los dos, mientras acaricio su rostro sonriendo y esperando que ese momento nunca se acabe. Sé que en verdad me gusta porque me despierto de buen humor a pesar de saber que sólo fue un sueño, y creo que todo lo que te hace feliz, no importa de donde venga es bueno para la salud y para el espíritu.

Este post no tiene ni pies ni cabeza, lo sé, pero al menos me siento bien.

PD1: Extraño hacer entradas más elaboradas, sorry
PD2: El título iba a ser "Temor" por lo del olvido pero al final divagué mucho
PD3: No sé qué más decir.