Bailar

Me encanta bailar

Si de algo estoy 100% seguro en mi vida, más que si me gusta la carrera que pienso seguir, más que si me gusta cantar, más que si soy gay, es que me gusta bailar. Me divierte, me fascina, me ilusiona.

Desde pequeño me ha gustado. Participaba en todo evento de baile que había en el colegio y en toda danza folklórica que la profesora Mis Elizabeth (una chinita guapa con abundante pelo en las axilas) nos proponía: Marinera, Waka Waka (danza del altiplano peruano, nada que ver con shakira), Caporales, Tondero, Polca, Danza Amazónica, Carnaval de Canas, Turcos de Caylloma, Turkuy, Negroide, etc. Siempre me quedé con las ganas de aprender el baile de las tijeras, creo la danza más difícil de mi país.

Nuestro grupo era bueno y hasta nos mandaban a competir con otros colegios. Fue en una de estas competencias en las que nos quemamos los pies al bailar descalzos sobre pedazos de cinta adhesiva caliente que había en la alfombra el día más soleado que podía haber para una competencia de danzas nacionales. Nos quedamos con raspones, ampollas y un merecido segundo puesto ¡Éramos increíbles! En mi cole de secundaria no había el mismo ánimo por bailar, parecía una carga, una tarea más.

Fue en el 2007 cuando producto de mi primera intervención por mi problema vascular en la columna que mi pierna derecha perdió fuerza. Ya no podía ni caminar bien, cojeaba, había perdido masa muscular y no podía mover mi pie. Fueron 9 meses de rehabilitación física a tiempo completo, usaba una ortesis tobillo pie (otp) y un bastón canadiense. Ya podía caminar, subir y bajar escaleras, agacharme e incluso dar pasos torpes sin el bastón ni la ortesis. ¿Bailar? claro, volví a bailar, no iba ya a hacerlo en la forma de antes, pero era respetable, se notaba que bailaba bien.

A fines del 2009 había conocido el Downtown, una discoteca gay de Lima. Era la primera vez que había ido a una de ese estilo y quería volver para bailar ¿pero con quién? contacté a alguien x msn, nos conocíamos x cam mas no en persona. Era amigable,sobrado, gay y lo más importante: le gustaba bailar. Quedamos día y hora exacta, pero había un problema: En mi casa no me iban a dejar salir sólo toda la madrugada. Entonces les pedí a unos amigos (uno gay y otro hetero) que me acompañaran ¡Noche fatal! El bastardo, condenado, méndigo, maldito con ch...con quien se suponía iba a bailar nunca llegó y mis amigos (que en ese momento me hubiese gustado tener otros con las disculpas del caso) no bailaban ni mela!, no les gusta, no los mueve ni un terremoto. Me veían como daba vueltas sólo en la pista bailando con mi sombra y con mi dignidad y mi esperanza de bailar con un chico x primera vez en mi vida tiradas al suelo.

Fue el 12 de junio del 2010 después de mi operación para extraer esa malformación vascular de mi médula que me di cuenta que ya no podía mover ni mi muslo, ni mi pierna y ni mi pie derecho. Una monoplegia casi completa sino fuera x pequeñas zonas con sensividad. Han pasado 6 meses de terapia física a tiempo completo y aún no puedo caminar x mi cuenta pero me gusta bailar. Bailo mientras hago ejercicio, bailo agarrándome del andador cuando escucho una de los BEP, bailaba en mi silla de ruedas dando vueltas cada vez que sentía ese ritmo que aún no se ha ido de mi. Sé qué movimientos hacer, dónde poner mi pie, cómo mover mis caderas, la forma de llevar los brazos, pero no puedo hacerlo. Qué frustrante querer hacer algo y no poder ni siquiera mover un dedo ¿verdad?

Baaaa igual me gusta bailar :p Me comprometí en un post del año pasado a mejorar mi sexy dance de Toxic que practico cuando hago terapia (obviamente cuando estoy sólo) y lo voy a hacer, se los aseguro. Todos pueden bailar, no importa si estás en silla, en cama, si no ves, si no escuchas (ahí es más difícil pero no imposible), o si simplemente no eres bueno para eso. Bailar libera tu alma, te alegra la vida, te desestresa, te apasiona, te permite soñar e imaginarte en ese escenario en el que rompes las leyes de la realidad para mostrar tu mayor deseo en los ojos de todos.

Me encanta bailar :)