
Este mes de enero me fui a un concurso de guitarra (como espectador porsiacaso), la entrada era gratis y el horario apropiado. El concurso era para jóvenes y al final de todo el espectáculo me quedé con dos marcadas impresiones:
1) Hay mucho talento oculto por ahí
2) No sé tocar ni un pedo de guitarra
Estos chicos eran casi expertos en la materia queriendo rozar la gloria y perfección propia del maestro peruano de guitarra Raúl García Zárate, quien se encontraba de jurado y al cual llegué a saludar medio tarado por la impresión de verlo tan de cerca. Es un señor que fácil pasa por mi abuelo, de una estatura que no supera el 1.60m y con la humildad y sencillez genuina que sólo alcanzan los grandes que ya no tienen nada que probar ante el mundo mas que su existencia. Un maestro.
Fueron 8 los participantes que ya habían pasado una ronda de eliminación previa. Sólo 3 pasarían a la siguiente ronda. No llegaron a nombrar a los seleccionados pero yo ya tenía mis favoritos:
1- Un chinito guapo de buen cuerpo pero bajito (chess) que dominaba la guitarra con una rapidez y precisión increíbles (usaba hasta los meñiques!). Su interpretación de "Vírgenes del Sol" no se alejaba mucho de la versión del maestro García Zárate.
2- Un joven de lentes y cabello corto que por sus facciones pensé tenía síndrome de Down (lo cual no tenía nada de malo) pero luego supe que no. Fue el más original, comenzó a sacar sonidos de tambor, arpa, charango, etc con la guitarra mientras acompañaba muy bien la melodía que a la vez él mismo interpretaba. Terminó su participación con un buen "Adiós pueblo de Ayacucho" y fue el favorito de mi pa (que es de Ayacucho XD)
3- El mejor de todos. Un joven alto de pelo ondulado alborotado que casi ni se le veía la cara, con barbita y una manía media sospechosa de mirarse y limpiarse las uñas a cada rato. Un experto, cada nota precisa, bien marcada en la guitarra. Empezó con una melodía alegre de contexto romántico, siguiendo el folcklore tradicional y lo solemne y lento de una apropiada balada. Disculparán mi ignorancia de no haber podido distinguir las canciones que tocó pero se los aseguro. Fue increíble.
Todo ese éxtasis de ritmo me dejó pensando de que capaz podría haber una relación entre la forma que tocan la guitarra con la manera en que hacen el amor. Sí así fuese, el chinito sería como un conejo eléctrico, esos que nunca se cansan, el segundo haría poses inauditas o sobrenaturales y el tercero el de mayor... experiencia (obviamente)
Hubiera sido bonito grabarlos pero la calidad de mi cel es tan mala que el talento de los chicos no merecían eso (aparte me olvidé juju). Mas bien aquí les dejo el video de un grande en frasco pequeño. El maestro Raúl García Zárate.