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miércoles, 20 de julio de 2011

El regreso de Sodoku parte III

DIN DON!... el timbre

Mierda!...¿Quién puede ser?

Tu viejo

No... ya hubiera usado la llave.

DIN DON!

¡Ya va!... -Sodoku comienza rápidamente a ponerse algo de ropa encima de su ahora piel viscosa y alta en calorías- espera ya vuelvo... ¡DIN DON!!!...ya va!!- Sodoku se va acercando a la puerta mientras piensa que si no era alguien conocido bien se pudo haber quedado callado y no abrir la puerta para que piensen que no había nadie, lo que hubiera llevado a esta persona a preguntar en la recepción por él, lo que hubiera llevado a que el recepcionista confirme su llegada incluso con un desconocido que ha dejado un taxi en la entrada del edificio, lo que hubiera sido aún más sospechoso porque nadie responde al llamado de la puerta habiendo dos personas ahí, lo que...- Hola hijito, soy tu vecina del piso 13, tu mami me dijo que te ayudara a preparar el queque para la reunión de esta noche ¿de miel creo? bueno, aquí he traído una receta buenísima de una amiga de la iglesia, pensé que no había nadie, disculpa papito si te he interrumpido, habrás estado ocupado seguro...

Noo, noo, está bien señora no se preocupe sólo estaba moviendo la cama... osea arreglando mi cuarto sí, usted sabe, el polvo está por todos lados / ¡¿Qué?!! ¿cómo mi mamá no pudo avisarme??! ¿ahora que hago con el taxista y con la abuelita? si llega a verlo calato fácil se muere la vieja, ¿polvo por todos lados?¿pero qué estoy hablando? concéntrate/ Ahhh señora, lamento decirle que justo acaba de llegar un familiar, está algo delicado y no puedo hacer el queque ahorita, no sé si puede venir en unas horas más tarde, de paso que me da tiempo de comprar los ingredientes.

Uyyy papito, me imaginaba que esto podía pasar, así que mira, aquí tengo todo lo necesario, aunque ya parece oler a miel ahí dentro de tu apartamento

Ah! sí, sí hay miel, pero se ha derramado casi todo y olor ha quedado, pero ahorita mi primo está bien delicado y está en mi cuarto rezando, no quiere nada de bulla, usted sabe cómo son estos chicos dedicados a la iglesia, se encomiendan a Dios en los momentos difíciles.

Ayy hijito me parece muy bien, regreso más tarde entonces, ya nos vemos cuídate papito y ten cuidado para la próxima, tienes miel hasta en la oreja, chau un beso.

Sodoku cerró la puerta aún sin estar seguro de lo ocurrido. Se cogió la oreja, lo probó, no era miel. Volvió al cuarto y encontró al taxista vestido y cerrando la cómoda de Sodoku mientras ponía el dinero encontrado dentro de sus bolsillos

-¿Qué mierda estás haciendo?- Preguntó nuestro incrédulo protagonista
-Cobrando mis servicios flaco, me voy- dijo el taxista mientras se calzaba los zapatos.
-Me estás robando idiota, teníamos un trato.
-Ni un trato, te di pinga, eso querías, he perdido tiempo de taxi y necesito la plata, no quiero golpearte flaco.

Sodoku se quedó parado sin movimiento alguno, si reclamaba podía salir lastimado, el joven es más grande y fuerte que él. Si dice algo a recepción el taxista no tendría problemas en revelar la actividad oculta y consentida que tuvieron. Si llamaba a la policía, no, Sodoku ya no es menor de edad.

-Tienes un rico culo, espero volver a verte.
-lárgate mierda- le respondió casi al unísono- llévate eso si quieres, sabes que más no puedes ya que el recepcionista graba la placa de cada auto desconocido que llega, atrévete a hacer algo más y la policía estará encima tuyo en menos de una hora.

Aún confundido de no saber si llorar por su ingenuidad o estupidez, respiró hondo para mantener su aparente tranquilidad, caminar a la sala y abrirle la puerta al taxista choro.

-Adiós- dijo el taxista
-Lárgate mierda- volvió a responder Sodoku a modo de cortesía, cerró la puerta, fue a su cuarto, cerró los ojos y se echó de espaldas sobre la cama. Abrió los ojos y sólo estaba el techo blanco de la habitación. A su costado el frasco de miel estaba ya casi vacío y una media de color marrón era la única señal de lo que había ocurrido...

No pensó que en su regreso a casa hubiera contactado a un desconocido con quien tuvo sexo a pesar de la visita inesperada de una viejita con quien tenía que preparar un queque para que al final le terminen robando y con el cuerpo aún con sabor dulce. Se rió de lo imposible de su historia cuando en eso se acordó.

Mierda, el queque

FIN

Disculpen la demora de la 3ra parte pero tuve un problema con mi compu y el google chrome no me deja subir imágenes a mis posts, por lo que me he pasado más de una semana tratando de arreglar eso sin resultado. En consecuencia este post no cuenta con su imagen correspondiente, espero encontrarle solución. Comenzaron las vaciones así q vuelvo a leerlo pronto. Abrazos!

5 comentarios:

  1. Obvio la viejita no se tragó nada de lo que le dijo Sodoku, ni modo.


    Saludos.

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  2. por eso nunca hay q llevar a los encuentros estos a la casa, eso no se hace

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  3. Qué roche con la viejita ha ha ha Buena historia! (ta q yo nunca llevaría a un desconocido a casa, qué miedo!)

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  4. Malque: Más sabe el diablo por viejo que por diablo.

    Damian: Sí pss ni Sodo se salva.

    Rocío: Haces bien.

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  5. Tenía que aparecer la abuelita caga momentos, siempre pasa D.

    Saludos.

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