temp3

temp3

martes, 31 de marzo de 2015

No te preocupes, ya va a salir



Me tapo la boca y empiezo a llorar en silencio mientras veo pasar las luces de los postes. No quiero que el taxista me escuche pero parece no interesarle en absoluto lo que está sucediendo conmigo en ese momento. Él sigue conduciendo y yo sentado en la parte de atrás trato de calmar esa angustia en el pecho que me genera saber que mi amigo se va a otro país. Es algo tonto pues solo se va por unos meses y yo por mis clases tampoco es que esté yendo seguido al laboratorio, sin embargo, él ha sido una de las personas que no solo me ha enseñado muchas cosas útiles en investigación, sino que ha sido alguien que me ha ayudado cuando ni yo ya creía en mí mismo. En algún momento les he contado que mis prácticas en este laboratorio empezaron de forma catastrófica, iba solo 2 días a la semana por mis horarios de la universidad y todo lo que realizaba terminaba en ensayos fallidos. El chico que por así decirlo me tenía a cargo solo me decía "te volviste a equivocar", "tienes que concentrarte más", "se supone que deberías saber" y muchas otras cosas que aparte de su forma imperativa de dar indicaciones ya me tenían al borde de decirle sus verdades.  Fueron como 7 semanas consecutivas sin resultados debido a que los reactivos que llegaron para mí estaban mal rotulados, nunca hubo error en mis cálculos, nunca me equivoqué al operar, pero solo después de hacer muchas pruebas destinadas a descubrir el motivo de las fallas pude resolver el problema. Por otro lado, Javi nunca fue cruel, no solo tiene conocimiento científico, sino también inteligencia emocional, más de una vez me dijo que en el laboratorio muchas cosas se aprendían del error, pero tras mis constante fracasos yo ya pensaba que el problema era yo. Mientras el chico un año menor que yo me decía "¿en qué te equivocaste esta vez?, Javi me decía "No te preocupes, ya va a salir", mientras uno me ordenaba, Javi me ayudaba, mientras uno me increpaba Javi aún creía en mí. Una vez resuelto el problema comencé a tener resultados. Empezó el verano y avancé bastante la parte experimental. Almorzaba siempre con Javi pues al otro chico felizmente lo mandaron a llevar un curso de verano. Le comentaba de mis planes y él a mí de los suyos. Siempre lo vi como  un hermano mayor pues muy aparte de ya estar comprometido tiene este gusto de aconsejar y así evitarte futuros problemas, claro, solo si te ve interesado en aprender y trabajar en el laboratorio. Como todos, aveces se enoja, pero si en algún momento te tropiezas con su mal genio luego se disculpa. Es una gran persona.

Son las 11 pm y llego a mi casa. El viaje me ayudó a disipar la pena. Siento cólera conmigo mismo por haber estado toda la tarde con él y no haberle podido decir todo lo escrito líneas arriba. Esta tonta crianza de no poder decir todo lo que uno quiere por vergüenza o temor a qué pensará me hace escribir ahora mis sentimientos hacia Javi. Lo que siento por él es gratitud, admiración y amistad. Espero que le vaya muy bien en su viaje, se lo merece.

lunes, 23 de marzo de 2015

69


Estoy tratando de recordar cómo es que se hacía esto. Es cierto que con la edad la mente se va oxidando como bicicleta olvidada en la azotea, yo solo usé mi bicileta un par de años justo antes de que empezara a cojear y mi azotea se llena de nostalgia al recordarlo... me siento nervioso ¡¿Cómo empiezo esto?! La casa está vacía, no hay ninguna luz encendida y el hermoso atardecer que atraviesa por la ventana me da la atmósfera perfecta para volver a escribir en un espacio que la verdad pensé eliminado por el paso de los años. ¿Qué ha sido de mí? pues mucho, como siempre tratando de obtener experiencias nuevas. A este punto de mi vida puedo decir que soy un enorme conjunto de errores y aciertos pero estoy feliz con cada uno de ellos, me han hecho lo que soy y, a pesar de las arrugas, me gusta aún como soy, aunque mirar al pasado es aveces inevitable. He encontrado estos videos que grababa en mi habitación cuando cantaba con mi guitarra. Cómo me gustaría volver a tener ese rostro de niño flaco con barritos y pelo negro alborotado. Desearía que mi piel volviera a ser tan suave como antes y que mi delgadez inspirara ternura en las chicas y atracción en algunos chicos. No tengo la más mínima intención de que vean cómo es mi rostro ahora, sé que las experiencias nadie me las va a quitar pero mentiría al decir que no extraño mi cuerpo de joven, cuando la vida me florecía y caminaba con esos dos bastones mirando en alto como si estuviera en una constante pasarela.

París en invierno es como vivir dentro de una refrigeradora, pero la calefacción mantiene estos huesos aún calientes. Desearía caminar con dos bastones pero a mis problemas de columna se le sumaron los achaques propios de la edad y nuevos males producto de tanto químico y agentes cancerígenos con los que he trabajado a lo largo de los años. Es curioso, me han dado mucho dinero y satisfacciones en la carrera pero me ha quitado salud, como bien dicen, todo tiene un precio en esta vida. Por otro lado aún tengo mi guitarra acústica que es una reliquia para los "instrumentos" musicales que hay ahora, pues si tienes suerte es algo que puedes tocar y no un holograma mezclador de sonidos y figuras abstractas. Aún tengo también ese cuaderno que un blogger me regaló donde apuntaba las nuevas canciones que se me ocurrían, puedo decirles que hace una semana llené la última hoja.

Son las 5:30 pm y Antonela ha ido a acompañar a su papá a su cita con el doctor. Si les hablara de ella me domoraría una vida entera, tiene una hermosa piel canela y unas pestañas enormes misma muñeca. Buen gusto para la ropa y nada eticosa con la comida. Le aburre mi trabajo, prefiere las cosas con mayor actividad física pero eso sí, me las arreglé para que aprendiera a tocar el piano. Tiene 24 años y se me hace difícil explicar cómo tomé la decisión de criar a un bebé cuando a mis 24 estaba completamente seguro de no hacerlo en un futuro cercano, y cierto que no fue cercano, felizmente su papá también estaba decidido a hacerlo y con su apoyo todo se volvió difícil, divertido y bonito. Fue más fácil tener una familia en un país donde saben el verdadero significado de ser mamá y ser papá, por eso no la pude criar en Perú pero siempre la he llevado de visita para que conozca sus paisajes, su comida, sus costumbres (las buenas por si acaso), y a la familia, a sus tíos y a sus abuelos que felizmente llegó a conocer y a quererlos también.

Extraño a mis padres, se me hace todavía difícil saber que ya no están junto a mí. No hubo accidente ni enfermedad, fue el proceso natural de cualquier ser humano, solo que a esta edad te das cuenta que uno nunca deja de ser hijo y esperas sus besos, sus abrazos, la comida caliente en la mesa y las películas los fin de semana en nuestro departamento de Jesús María. Claro que les decía cuánto los quería, solo que ahora siento que debí decirlo más y pedirles más abrazos a ver si el efecto me duraba hasta hoy día. Vuelvo a Perú a ver a mis sobrinos, a mi angelito que ya es todo un adulto, igual de gordito que mi hermano pero le gustó la ciencia como al tío, y pensar que yo le cambiaba los pañales cuando venía a mi casa y me quitaba los lentes para tirarlos al suelo.

Es curioso cómo a pesar de todos los avances tecnológicos que hay hoy en día, este espacio quedó intacto, capaz por su intrascendencia fue olvidado pero no eliminado. Así que como quien solo juega a ver si pasaba algo ahora he vuelto a abrir este gran baúl de recuerdos, lleno de anécdotas, ficciones, canciones y poesías sobre bacterias y ADN. Pensar que de adolescente me hacía todo un mundo pensando en el amor cuando ahora eso lo traduzco solo en compañía agradable y felicidad en una taza de chocolate caliente cuando empieza a caer la nieve. Mis dedos siguen flacos pero se han llenado de manchas, mi cabello ya no es totalmente negro ni abundante, y mi rostro tiene arrugas hasta para regalar. Qué crueldad con los años pero así es el trayecto y aún sigo en camino. Uy, parece que ya aterrizaron el carro en el jardín, aprovecharé en ir poniendo la mesa para la cena, ellos ya saben que no me gusta que lo haga el robot.

No sé si aún haya alguien que vaya a leer esto, al menos algún blogger que conozca de hace más de 45 años que se haya dado cuenta de que siempre se puede seguir escribiendo. Quizás algún nuevo adolescente con mucho que expresar y que acaba de descubrir este medio que le va a dar muchas alegrías y al cual puede volver cuando quiera, cuando lo necesite, cuando lo sienta, aunque pasen muchos años.

lunes, 9 de marzo de 2015

Munani Potter y la Tesis de la muerte


Mis vacaciones ya se acaban y la verdad no siento que hubieran llegado del todo. Estos primeros meses del 2015 han sido una especie de repartición de actividades, pues no habré estado en clases pero cosas por hacer nunca me faltan. Muy aparte del proyecto de investigación que continúo en mi casa de estudios (sí, lo de las moscas), he aprovechado este verano en avanzar con mi tesis de licenciatura la cual estoy realizando en otra universidad pues el laboratorio tiene equipos y reactivos destinados para ese tipo de investigación.

¿De qué se trata mi tesis? Simple, es analizar el polimorfismo de un SNP presente en la región promotora de un gen que puede tener relación con la vulnerabilidad de un paciente infectado con un virus a generar una enfermedad específica. En cristiano, analizar tu ADN para ver si te enfermas o no.

Me gusta mi tema porque el 100% se aplica mi carrera, uso técnicas de Biología Molecular, se ubica dentro del análisis de la genética humana (no me gusta trabajar con plantas ni bacterias) y se utiliza para investigar enfermedades que aún no tienen tratamiento, por lo que la utilidad está más que justificada.

¿Que si es fácil? pues no, como me dijo un amigo en el laboratorio "Si no sufres, no es tesis". Y es que en carreras de investigación puedes tener no un mal día, sino semanas enteras para botarlas al tacho, experimentos que fallan una y otra vez mientras tú piensas en dónde puede estar el error para evitar seguir perdiendo reactivos y lo más importante: TIEMPO, pues muchos de mis resultados los obtengo después de 2 días de empezar un proceso. 

Aveces me gustaría tener ese reloj que le dieron a Hermione en Harry Potter y el prisionero de Azkaban, para retroceder el tiempo y poder corregir mis errores una vez los haya resuelto; Tener una varita mágica para invocar las muestras desde el otro laboratorio también estaría muy bueno, y la capa de invisibilidad para cuando llegue el jefe a pedir resultados, es la verdad, cuando él llega todos los tesistas tiemblan pues mi asesor es una gran persona pero también es bien exigente, para mí es como un Dumbledore aunque mucho más joven y heterosexual.

¿Si tengo un Voldemort? mmmm no sabría decirlo, hay alguien que no me cae pero es más tonto que malo así que no lo estaría calificando adecuadamente (pobre Voldemort). Luego hay una chica que misma Hermione se cree una sabelotodo, hay un buen amigo siempre dispuesto a ayudar por lo que él sería Ron, y pues Harry obvio soy yo, claro, un Harry gay pero Harry al fin y al cabo pues el protagonista de esta tesis que me está costando sangre, sudor y lágrimas (sangre aún no pero me late que pronto) tiene que ser yo.

Cosas chistosas nunca faltan en el labo. Ya alguien me ha preguntado al fresco si me gustan los chicos y pues no lo pude negar (lamentablemente fue una chica, ¡chesu!). Luego ha llegado un chico de 26 al que se le ve bien jovencito aunque con barbita mmmm se pone atractivo, estoy seguro que es gay, y no lo digo por lo de la conversación del otro día:

Yo: Pucha, la fuente de poder está apagada.
Él: Si quieres te la enchufo
Yo: O.O! ammm

Sino por su forma algo amanerada que tiene al hablar cuando se emociona. No me preocupo mucho por eso pues mis ojos están ahorita solo en mi tesis y en otros investigadores de treintaitantos que me hacen ilusión. 

Estas vacaciones me han permitido avanzar con la tesis, la idea es sustentar ni bien termine este mi último año en la universidad ¡no puedo creerlo! y pensar que empecé este blog cuando aún ni empezaba la carrera. En fin, no tendré magia como la que fantasea J.K. Rowling pero sí tengo el poder para hacer que las cosas pasen, es una magia especial a la que llaman: Esfuerzo.