Parece que fue ayer

Parece que fue ayer que te vi durmiendo en esa cuna. Mami y papi siempre estuvieron allí para abrazarte, darte besos y decirte que eras único, especial e importante. Tus hermanos, como todos los hermanos, fueron también tus rivales, esos a quienes tenías que superar para no quedar ensombrecido ante sus logros, si dibujaban mejor que tú, si cantaban mejor que tú, si sacaban mejores notas que tú pues tenías que superarlos. Esa fue siempre tu consigna y si bien aún no lo has logrado del todo pues ahora te das cuenta que también tenías sus mismos genes, solo faltaba esfuerzo para poder expresarlos.

Parece que fue ayer que te vi bailando Caporales en el Gran Parque de Lima, girando al ritmo de los cascabeles con ese sonido que te gustaba tanto. La gente los aplaudía y tú te sentías en la cima del mundo pues cada vez que empezaba la música en tu mente ya se dibujaban cada uno de los movimientos, sin saber que unos años más tarde tus pies se quedarían sin ellos. Pero qué irónica es la vida ¿verdad? 

Parece que fue ayer que te vi escribiéndole canciones de amor a un chico que no te hacía el más mínimo caso. Eras un adolescente romántico a quien no le importaba soñar despierto abrazando su almohada e imaginando como los dos cantaban la misma canción en una obra de teatro en la que cerraban el telón con un dulce beso.

Parece que fue ayer que te vi llorando de impotencia sobre esa colchoneta. Dando puñetazos al ver que nada cambiaba contigo a pesar del sudor y el pasar de los días. Buscando respuestas a algo que llegó sin pedir permiso para instalarse en tu vida y plantearte el mundo de una forma distinta ¿Por qué? creo que ya no tiene sentido la pregunta, mas solo pude abrazarte en la soledad de tu cuarto pues sé que no te gusta que te vean llorar.

Parece que fue ayer que te vi entrando a un centro de rehabilitación. Allí donde comprendiste lo valioso que puede ser conversar con alguien que piensa que ha perdido todo solo por temor a ver lo que aún puede hacer. Aprendiste a reírte de ti mismo y de lo poco que interesa tener un cuerpo bonito o una cara bonita si tu corazón sigue sin sonreír a los demás ¿Mejoraste? pues claro, pero nadie te dijo que en unos años más volverías a estar peor a como entraste.

Parece que fue ayer que decidiste crear un blog para contar cosas tan íntimas como también inventadas pero que al fin y al cabo venían de tu mente y de tu corazón. Nunca fuiste totalmente emocional ni absolutamente racional. Decías que no te gustaba el drama, supongo por no querer más del que ya tenías. "Soy muy complicado" me decías, pero acéptalo, siempre te gustaron los retos, siempre te gustó lo complicado.

Parece que fue ayer que me dijiste que habías conocido en persona a varios bloggers que seguías, muchos a los cuales admiras, otros a los que le tienes cariño y uno al que le diste un beso en uno de tus sueños. Me alegré bastante pues si bien no necesariamente todos eran de confianza veía que sacaban algo bueno en ti, te ayudaron a perder algunos miedos y te enseñaron que hay personas que pueden sentirse a veces también como tú y que no estás tan solo como parece.

Parece que fue ayer que decidiste estudiar una carrera que pocos recuerdan su nombre pero que te gusta igual. ¿Aún no terminas verdad? de todas maneras el tiempo pasa rápido y ya vas a llegar a la mitad. Claro que no es necesario tener una carrera para ser un hombre de bien, recuerda que son tus valores tu mejor CV ante el mundo y ante el espejo que te ve.

Hay tanto que quisiera que logres...

y es que parece que fue ayer que cumpliste 23 años... pero no fue ayer, es hoy.