Para ti

Hola! ¿cómo estás? te cuento que yo estoy bien, derritiéndome como helado en el sofocante Chiclayo. Estoy comiendo como ¡CERDO! y es que aquí todo lo que sirve mi tía está muy rico. Mis desayunos ya no son café y pan con mantequilla, sino humitas fritas con queso, mote y esencia de café con leche de vaca (envidia, me tienes envidia). Otra cosa, ya me olvidé de usar medias, ¡hasta el aire es caliente! ni comiendo adoquines, ni marcianos, ni chupetes y ni mascando hielo, la única forma de regular tu temperatura es con una buena ducha y punto. Si alguien dice "terma" es porque ya está loco ¡loco!

y seguro te preguntarás por qué te estoy escribiendo desde Chiclayo. Pues el motivo principal era el cumple de mi abuelita que fue este domingo. Me eligieron para hablar en representación de los nietos así que preparé y corregí mi pequeño discurso un día antes. Estaba nervioso, pero cuando me llamaron respiré hondo, caminé sin apurarme y hablé como si no hubiera en el salón nadie más que mi abuelita y yo. Al final la abracé y todos comenzaron a aplaudir. Me dijeron que estaba muy bonito lo que había dicho y yo dije "Sí, lo sé" jajaja naaa mentira! aunque sí lo pensé, es que sabes que lo que más me sobra es la humildad jajaja después bailamos y transpiré como CHANCHO pero no me importó, ya sabes cuánto me gusta bailar.

Me encanta Chiclayo porque aquí sí se pueden ver las estrellas de noche, ayer lo recordé mientras miraba al cielo y quería que estuvieras a mi lado. ¡Te cuento! ayer me fui a la playa Pimentel con mis primos, felizmente el sol no quemaba tanto, corría bastante viento y el agua estaba tibiecita. Froté mis pies en la arena mojada porque dicen que ayuda a recuperar la sensibilidad. La verdad, yo no sentí ni papa, capaz si lo hago todos los días durante 20 años algo llegue a sentir (ese optimismo caracho!) Luego estuvimos caminando por la orilla y pensé en lo bonito que hubiera sido caminar junto a ti. Seguro que no hubieras tenido la paciencia que yo tengo con los vendedores; Al regresar estaban ofreciendo varias cadenitas de recuerdo, hubiera comprado una y así tener algo para recordar nuestra primera caminata en la playa, pero para mi en ese momento no tenía ningún sentido. Eso sí, me gané con varios salvavidas y es que esas truzas rojas en esos tremendos cuerpos no dejan nada a la imaginación jajaja seguro te hubieras puesto celoso, pero piña! ¿Por qué me dejas solo?

Y ahora te preguntarás por qué te estoy escribiendo. Fácil, es 14 de febrero y desde que estoy en Chiclayo no me has llamado. Nunca tuve una cita en esta fecha y la verdad pensé que este año sería la diferencia y mira, resulté mucho más lejos de Lima y de cualquiera de esas posibilidades, claro, si es que había una. Sabes que no voy a decir frases melosas que puedan causarte algún coma diabético, ¡puag! no! sin embargo debo confesar que he estado pensando en ti ¿será que en verdad hay algo especial?¿será el calor que me sofocó el cerebro? no lo sé, solo quería aprovechar en decirte hola! y que seguiré disfrutando de estos días con mi familia.  Bueno, me despido, ya se me cierran los ojos, espero pases un bonito día así como yo lo haré.

De mi para ti, quienquiera que seas y dondequiera que te encuentres en este momento.